Esculturas dañadas y descuidadas en esta ciudad
Noé DOMÍNGUEZ MARIANO.
ZIHUATANEJO, GRO.- La apatía y falta de sensibilidad por parte de funcionarios de las administraciones municipales han dado pie a que las esculturas que han sido colocadas en esta ciudad y puerto se encuentran dañadas y descuidadas totalmente.
De acuerdo con el reconocido pintor Miguel Ángel Jaimes González, en esta ciudad hay infinidad de esculturas que han sido colocadas como parte del acervo cultural de este destino, algunas con mucha calidad artística y otras con calidad histórica y cívica.
Sin embargo, por la carencia de un conocimiento de lo que es una obra escultural, desde administraciones anteriores los monumentos se han venido dañando, con la creencia que los están restaurando, pero se les ha dado un tratamiento totalmente contrario a lo que podría ser un trabajo de mantenimiento.
“Los han pintado con pintura acrílica, con barniz, o con materiales que no son aptos para las esculturas, pues lejos de conservarlas las han dañado”, dijo el artista plástico quien resaltó que confía en que la actual administración tomará acciones para recuperar y restaurar esas obras urbanas.
Hace dos días la escultura “El Cenit”, de cantera rosa, ubicada en un área verde frente al Fidecomiso Bahía de Zihuatanejo (Fibazi), fue nuevamente pintada con pintura acrílica color azul, por cierto, mal pintada.
Esto a pesar que es una obra que fue galardonada internacionalmente, realizada y donada por la escultora de talla internacional Gogy Frías, la cual está realizada en piedra de cantera, pero hace años empleados municipales la pintaron de color verde, lo que ocurrió nuevamente el fin de semana fue pintada con pintura acrílica de azul.
De acuerdo con un conocedor de escultura la cantera no se pinta, pues tiene colores naturales que le da una belleza propia, sin embargo esto no ha importado las autoridades locales en diversos periodos que ha mandado pintar la escultura de más de dos metros de altura.
Gogy Farías, que tiene una trayectoria de nivel internacional, donó la obra en los últimos días del segundo periodo del alcalde, Armando Federico González Rodríguez, por lo que no hubo tiempo de que la obra fuera colocada, sino tres periodos después durante la administración de Amador Campos Aburto.
