Peligrosos cables de la CFE ponen en riesgo a cientos de vecinos de dos colonias
Cientos de habitantes de las colonias irregulares ampliación Paraíso-Amates y Jorge Allec, viven con el “Jesús en la boca”, debido a decenas de cables de energía eléctrica pasan demasiado bajo, que casi pegan en el suelo.
Algunos vecinos señalaron que esos conductores de electricidad, que están a unos 50 centímetros del suelo, son un peligro latente para toda la gente, principalmente para los niños y los ancianos, sobre todo en esta temporada de lluvias pues temen algún contacto con el suelo.
Es una enorme telaraña de cables de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que según los vecinos desde hace dos años que fueron colocados, pero sin algún o alguna estructura que los contenga fuera del alcance de las personas.
Durante una visita a la calle principal se pudo observar que no hay una adecuada red de suministro con postes y mufas, pues los conductores eléctricos están colgando de las casas totalmente desordenados y sin ninguna medida de seguridad.
“Ya tiene como unos dos años que la CFE puso esos cables y así han estado, es muy peligroso para la gente”, indicó una vecina de la colonia Jorge Allec que caminaba por la calle Cuauhtémoc, que el acceso principal a ambos asentamientos humanos irregulares.
Asimismo Edrulfo Campos Hernández, comerciante de pollo asado dijo que es un grave riesgo porque están muy bajitos los cables y puede ocurrir algún accidente, “es un peligro, ya se ha reportado a la Comisión (CFE), pero han hecho caso omiso”, dijo el vecino.
En esos momentos pasó por el lugar un trabajador de una compañía contratista de la CFE quien dijo que se trata de dos cables de baja tensión, de 110 volts, y el resto son acometidas de los domicilios.
“Si pasa un carro más grande provoca algún corte, aunque están aislado puede ocurrir algún accidente”, indicó el empleado eléctrico quien dijo que la paraestatal se debe encargar de corregir ese detalle, pues debería de haber postería, porque hay medidores y están pagando el servicio.
